El miércoles en la
tarde fui a la playa. Cuando llegué estaba sola. Había solo un par de personas
al fondo, cerca del batallón, y yo. Me puse todo el bronceador ese que pude. Al
rato llegaron un grupo de mujeres súper arias. Ellas eran cinco nórdicas igual
de blancas que la leche. Rubias todas. No se si decir que eran bonitas, pero
inmundas no eran.
Las chicas se
tiraron sobre la arena y comenzaron a ponerse bloqueador y bronceador unas a
las otras. Se reían y conversaban. Al rato, tres de las cinco chicas se
quitaron el sujetador y se quedaron topless sobre la arena gris.
Cuando las vi
haciendo eso caí en cuenta de que así biringas las gringas le hacían perfecto honor al nombre de la playa: Los cocos. Pensé en que si
mi hermano hubiera estado ahí se hubiera reído mucho del pun.
Aquí es cuando
empieza lo realmente entretenido: