Nunca he sido fan de los circos, nunca me ha gustado la estética circense ni me he sentido atraído por los números de animales, ni de acrobacias, ni por los insoportables payasos. Siempre he tenido la idea de que el circo es un espectáculo fuera de los limites de mi entendimiento y alejado de ser un entretenimiento para mi. Pero cuando Morella comentó en clase que planeaba escribir su crónica acerca del Circo de los Hermanos Gasca y que asistía seguido, casi que le rogué
que me llevara. Hablaba con tanta admiración y cercanía de la Familia Gasca –de Don Martín, de sus hijos y sus nietos, de los animales que ya no hacen parte del show y del trabajo que llevan haciendo casi medio siglo en Colombia– que me alisté para ir a verlos. Este post está dedicado a contarles lo que vi en el espectáculo dentro de la
carpa de colores.
El Circo Hermanos Gasca
Siempre que pasaba por el frente de la entrada del Circo de los Hermanos Gasca, pensaba que era muy extraño que pusieran en los anuncios una foto de un muchacho tan parecido a Falcao. No soy fan del fútbol, pero eso me parecía muy llamativo. Ese muchacho que aparecía sonriente con los brazos desplegados como una estampa de Jesús adornando la avenida 68 es Martín Gasca. Martín es hijo de Raúl, sobrino de Juan Cebolla y nieto de Don Martín, el fundador del circo.
A Martín, a Raúl y a Juan los conocí antes de que empezara el espectáculo, el viernes 6 de marzo. Morella me los presentó y todos se acercaron a saludarme muy amables, muy tranquilos y muy mexicanos. Incluso Raúl, quien tenía un poco pinta de que me quería pegar, pero quien resultó ser un gran performer y un tipo bastante querido. También conocí a Blanca Nieves y a la bellísima y muy amable Diana Mendoza, la novia de Raúl. Cuando Martín me saludó comprobé que no se parecía en nada a Falcao y que su pelo era en realidad liso natural y no un amasijo de químicos. Nunca supe, debido a que no se lo pregunté a nadie, si esa similitud era intencional o si era un efecto ocasionado por mi ojo.
El Circo Hermanos Gasca
Siempre que pasaba por el frente de la entrada del Circo de los Hermanos Gasca, pensaba que era muy extraño que pusieran en los anuncios una foto de un muchacho tan parecido a Falcao. No soy fan del fútbol, pero eso me parecía muy llamativo. Ese muchacho que aparecía sonriente con los brazos desplegados como una estampa de Jesús adornando la avenida 68 es Martín Gasca. Martín es hijo de Raúl, sobrino de Juan Cebolla y nieto de Don Martín, el fundador del circo.
A Martín, a Raúl y a Juan los conocí antes de que empezara el espectáculo, el viernes 6 de marzo. Morella me los presentó y todos se acercaron a saludarme muy amables, muy tranquilos y muy mexicanos. Incluso Raúl, quien tenía un poco pinta de que me quería pegar, pero quien resultó ser un gran performer y un tipo bastante querido. También conocí a Blanca Nieves y a la bellísima y muy amable Diana Mendoza, la novia de Raúl. Cuando Martín me saludó comprobé que no se parecía en nada a Falcao y que su pelo era en realidad liso natural y no un amasijo de químicos. Nunca supe, debido a que no se lo pregunté a nadie, si esa similitud era intencional o si era un efecto ocasionado por mi ojo.
El show empezó con toda su música y un
despliegue de artistas, bailarines, acróbatas
y payasos, hombres y mujeres a las siete de la noche. De inmediato pude notar la maestría que les otorga mas de 100 años de experiencia en el
circo. La familia Gasca lleva involucrada (según la pagina de Internet del
circo) en el negocio del espectáculo desde principios del siglo XX. Don Martin
Gasca, el patriarca del Circo Hermanos Gasca ha estado recorriendo el país con su
familia y su espectáculo desde hace varias décadas y eso es algo que se nota,
tanto en la infraestructura inmensa del circo como en el manejo del show. A
pesar de que la función a la que fui era de final de temporada –porque ya
estaban a punto de cerrar e irse para Ibagué– y la mayoría de actos ya habían
emigrado, lo que vi fue bastante entretenido. Es posible ver en cada acto momentos
de clímax que mantienen al público, conformado en su mayoría por familias con
niños, entretenido. Incluso, los chistes de payaso y las peripecias fueron
suficientes para tener a un batallón de militares riéndose en sus sillas.
En los anuncios grandes de la entrada,
junto a Martín, aparecen también Raúl y Juan Cebolla. Los tres son la crema y
la nata de circo. Raúl tiene 36 años, Juan Cebolla tiene 18 y Martín 17. La gran plana del espectáculo que yo vi estaba en el rango de edades de
Martín y Juan Cebolla. Niños y niñas adolescentes muy jóvenes, todos acróbatas excelsos. Ellos dos son el centro y
la cara del circo, además son muy guapos, con cuerpos muy trabajados a pesar de sus cortas edades. Tal despliegue de belleza y adolescencia hace
que a un espectador treintañero como yo se le despierte un poquito lo pedófilo
(solo mirando) con la vista de semejantes acróbatas. Afortunadamente el show tiene
como gran publico a familias con niños y no a adultos o a viejos verdes porque
la historia sería otra. Aún así, si uno busca en Internet información sobre el
circo se da cuenta de que Martín tiene una fanaticada gigante de niñas, lo cual se traduce en seguidores en redes sociales de todo el país y piropos a diestra y siniestra.
Raúl, Martín y Juan Cebolla son los herederos
del emporio. Los tres gozan de ese lugar especial en el que se les permite ser
nombrados y reverenciados a lo largo del show. Cada acto que ellos protagonizan
es presentado y despedido con nombres y apellidos. Pero los Gasca no todos son
hombres. También hay mujeres y niñas en el show con el mismo apellido. Blanca
Nieves Gasca (adoro su nombre), por ejemplo, aparece con ellos en los actos de
trapecio y volantes desde el inicio del espectáculo. Pero ella no es un hermano
Gasca y cuando la presentan para que haga las peripecias que hace igual
que sus hermanos el narrador dice “en representación de las mujeres Blanca Nieves Gasca, para que vean que las mujeres también pueden”. Jum, un poco machista la presentación.
Lo divertido de ese acto es que, después
de hacer semejante comentario para presentar a Blanca Nieves, suena un reggaeton que pone a los hermanitos Gasca y a los acróbatas -vestidos con una trucitas blancas y torcidesnudos- a bailar y a menear las caderas y las nalgas. Verlos alborotarse a lo lejos, en las alturas, tan bonitos, tan jóvenes y tan atractivos, le saca a uno lo puerco y se le olvidan a uno las luchas igualitarias.
Para mi la navidad comienza oficialmente cuando llega el circo al lote que está junto al Rio Salitre en la ochenta con avenida 68. La navidad termina cuando se va. Este año la navidad se acabó tarde, a mitad de marzo, cuando los Gasca desmontaron y se fueron. Los he visto llegar en diciembre y luego irse muchisimas veces, pero no había ido a ver su trabajo. La ultima vez que recuerdo haber entrado a
un circo seguro estaba pequeñito. Habrá sido con mis papás y la única imagen que tengo en
mi cabeza de esa ocasión es que muchas cosas se movían al final de un túnel de
entrada en el escenario mientras caminábamos. El recuerdo es una atmósfera de
movimiento de colores amarillos, ocres, rojos, cafés y negros, pero no recuerdo
personas o animales. No tengo en mi memoria haber visto nunca los animales en
vivo dentro de un circo y no recuerdo saber como eran las condiciones en las
que los Gasca mantenían los suyos.
Se, por la voz de mi amiga Morella y por el
seguimiento que les he hecho a los Gasca en redes sociales, que son grandes amantes de los animales que tenían y
que los trataban como a sus propios hermanos humanos. Se que se hicieron acreedores a una muy mala imagen por todo el asunto del
maltrato animal, a pesar de no maltratar los suyos. Támbién me enteré de que tuvieron que entregar a La Hacienda Nápoles los animales que tenían y para ahorrarse problemas decidieron no realizar mas actos con caballos, perros o gatos. Entiendo que muchos de los animales que entregaron están ahora bajo potestad del estado en instituciones que podrían no ser lo suficientemente idóneas
para cuidarlos y que seguramente no tendrán los recursos para mantenerlos. Siendo egoísta me gustaría haberlo podido juzgar por mi mismo. Ahora, solo es posible atestiguar su trato con ellos a través de videos de los Gasca alimentando los tigres blancos en sus cuentas de Instagram
y en sus redes sociales. También se que don Martín Gasca, el papá de Raúl y el
papá del circo ahora no participa casi en las funciones porque su gran rol fue
siempre con los elefantes y los tigres, como se puede ver en su archivo fotográfico, en su website.
Por último, cuando puse una foto en mi cuenta de Instagram del show de las motocicletas una amiga comentó preguntándome por
qué había ido a "eso". La verdad fui por pura curiosidad y por ganas de hacer
algo raro con una amiga nueva que estaba dispuesta a mostrarme un pedacito de un mundo que estima
mucho. Ahora siento que sería bonito mostrarle algo de mi mundo para compensar,
solo que lo que yo mas quiero está en otros lugares o en este blog y por
eso decidí escribir aquí sobre el circo.
Yo volvería, me gustaría reírme de nuevo
como un bobo, como lo hice después de que Raúl Gasca me pasó al escenario para
hacer parte del acto de los cuchillos. Mientras yo estaba esposado a una tabla, Raúl me miraba con cara de papá amargado
y daba instrucciones del tipo "salte" o "mueva la cadera a la derecha" y yo le
respondía “no se cual es la derecha porque soy disléxico y me va a clavar un
cuchillo”. Al final me di cuenta que todo era un acto de payazo y que el bobo
era yo. Bu. Sin embargo seguí riéndome y me relajé y me divertí con los juegos
de preguntas que Raúl Gasca les hacía a los niños y con los payasos y con el
reggaetón y con los acróbatas.
Tbn te parecio sexy Martin eehh!!
ResponderEliminarBddbdhdbbxbx
ResponderEliminarTbn te parecio sexy Martin eehh!!
ResponderEliminarsi es sexy... pa qué.
EliminarDesde q vi a Martín gasca me enamore
ResponderEliminarYa somos dos
EliminarEspectacular. También estuve muy escéptica antes de ir y mis hijos lo demandaban así que estuvimos y creo que yo fui quien más se lo gozó. Disfrute de cada centavo de los $250.000 invertidos. Muy genial!!!
ResponderEliminarJajajajajajajaja, si es ak principio dudoso, mas cuando arranca todo el show,uno se conecta a los sucesos y disfruta de cada locura, cada acrobacia, todo vale lo que cobran. Son fenomenales. Los vi en Villavicencio Meta.
ResponderEliminarhola soy fan de ustede aparesco en snap como vale2004gamba y soy mas fan de martin , juan tambien es muy simpatico les agradezco que me contesten y me agregen como amiga juanc y marting ..... lo amo besos
ResponderEliminarhola lolo el rolo dile a martin gasca y a juan c que me sign en snap ...... besos .
ResponderEliminarhola de nuevo vi a martin gasca en el c.c caracoli.
ResponderEliminarMartín es hijo de Grace la Hermana de Raul, Juan Cebolla y Gladys ellos tambien tenian un hermana que falleio con la mama de Gladys y Raul que es Colombia.
ResponderEliminarPero Martín y Juan se criaron como si fueran hermanos por que son de la misma edad , osea son contemporaneos, Juans es de Abril y martin de agostos entonces por eso , yo no se de dnde sacaste que Martin era hijo de Raul, cuando el solamente tiene una hija llamada violeta
NO ENTIENDO LO DE BLANCA Y DIANA
ResponderEliminarno entendi lo de blanca nieves y diana escribe bien
ResponderEliminarola soy de algarrobo magdalena nunca avia tenido el placer de ver una presentacion circo hnos gasca y me a encantado y los felicito por permitirnos ver toda la majia y alegria que producen un saludo Martin, juan cebolla
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