Hoy
me volvió a añadir al facebook Anna. Me gustaría hablarle y decirle que lo
lamento. Quisiera explicarle que yo fui tan ingenuo como ella y que en realidad
yo no sabía que Alex tenía otra novia en Bolivia y otra aquí en Bogotá. Me
gustaría contarle que me enteré de todo el asunto cuando ella me lo contó y que
luego Alex me lo confirmó todo la última vez que nos vimos con la excusa de
prestarme un libro que no le devolví nunca.
Yo
era amigo de Alex desde antes de irnos para Inglaterra. Luego, allá, los
presenté cuando ella y yo ya éramos amigos y se hicieron novios. Fueron pareja
durante el tiempo que los tres vivimos allá y luego a distancia mientras que Alex
tramitaba su regreso. Alex volvió al Reino Unido a estudiar inglés,
unos meses después, y allá vivieron juntos. Alex se devolvió para Colombia por
la dificultad de obtener papeles del Reino Unido y Anna vino varias veces a
visitarlo mientras el volvía a obtener una visa para ir a casarse con ella. Como
yo era amigo de los dos –y también tenía mis asuntos de que ocuparme– durante
el tiempo que ellos estuvieron juntos, ella allá y él acá, yo procuraba no
involucrarme demasiado en la relación a distancia para no meterme en medio y no
ganarme problemas. Y al final eso fue lo único que obtuve.
Anna
se enteró del trio amoroso en el que estaba involucrada cuando recibió un
correo de la novia de Alex de aquí de Bogotá. En ese correo la señorita le
contaba que aparte de ella misma y de Anna existía una boliviana a quien que Alex
había viajado a visitar una vez a la Paz y a quien había conocido aquí en Bogotá.
Según la novia bogotana, me contó Anna, las tres constituían el ramillete de Alex.
Cuando Anna se enteró de que aparte de ella no había una sola novia sino que
sumaban dos más me pidió que le tradujera unos correos. Los correos eran para enviárselos
a la boliviana advirtiéndole de todo el rollo. Como yo también me estaba
desayunando el lío intenté no formar un alboroto más grande robándome un poco
de tiempo para hablar con Alex para ver si todo era cierto. Me hice el idiota con
el asunto de los e-mails pero cuando Anna se dio cuenta asumió que yo lo había
sabido todo desde el comienzo.
Pero
la verdad es que cuando Anna me contó que Alex tenía otras novias yo solo até
cabos, entendí que la amiga con la que salía en fotos en Facebook no era tan
solo una amiga y comprendí que no estaba solo y que muy seguramente por algún
tiempo había estado engañando a Anna, como luego me lo confirmó. También me
confirmó lo del viaje a La Paz y lo de la boliviana casada a quien estaba
intentando ahorrarle un par de problemas.
Después
de eso todo se convirtió en ruido de relaciones amorosas, amistades, planes de
viajes y matrimonios cayendo por las escaleras. Anna me borró de sus amigos y
me bloqueó del Facebook y hasta ahí quedó el asunto. Todo fue demasiado
vergonzoso. Desde el 2009 no volvimos a hablar. Y tan solo hoy, tal vez porque
los dos profesábamos un delirio enfermizo por Cien años de soledad me volvió a añadir en Facebook.