En mi clase de natación hay un
muchacho de unos 35 años o tal vez un poco más. Él es moreno y siempre lleva una camiseta deportiva del mismo
color y material de la pantaloneta y en alguna ocasión comentó que le daba miedo
hacer mucho esfuerzo con una pierna porque ha tenido muchas lesiones. Nunca lo
he visto el torso desnudo, siempre tiene la camiseta puesta en clase y me
imagino que debe tener cicatrices o algo raro en la parte superior del cuerpo. Ayer
cuando estábamos en la parte profunda de la piscina me dijo que nos hundiéramos
y nos viéramos abajo. No fui capaz, sentí que me ahogaba pero hoy aprendí el
truco para hundirme y quedarme abajo.
El instructor nos enseñó que para
estar hundido hay que dejar salir todo el aire, expulsarlo y así el cuerpo se
vuelve pesado y se queda en el fondo. Después de enseñarnos eso nos puso a
hacer un ejercicio que consistía en sumergirnos y pasar por varios hula hopos por
debajo del agua. En el primer intento logré pasar por 5 y en el segundo lo pasé
todos. Hoy salí de clase sintiendo que había pasado otra barrera y que había
aprendido algo nuevo, no como ayer que me sentía derrotado y más enfermo que
nunca. Hoy también me siento enfermo pero cuando estoy en la piscina me siento más
tranquilo y menos afectado.
Al final de la clase le toqué el
hombre al compañero moreno y le dije que nos viéramos en el fondo de la
piscina. No nos vimos en lo profundo pero si me hundí e hice lo que no había
hecho ayer.
Cuando iba llegando para clase, a las 6 y 40 am, me encontré en la 68 al instructor y se vino contándome toda su vida hasta que llegamos a la Cruz Roja. Leonardo, ese es su nombre, tiene 24 años y lleva viviendo 8 meses en Bogotá.
Dejo aquí dos vídeos de la piscina mas profunda del mundo, la Nemo 33 en Bruselas.
En Video: La piscina más profunda del mundo por Globovision
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