martes, 25 de marzo de 2014

Superar una frustración y dos apuntes sobre el fondo del mar

Hoy volví a clase de natación después de un fin de semana largo. Tenía muchas ganas de estar en el agua, de estar casi desnudo y en lo profundo. Lo primero que hicimos en clase hoy fue hacer el ejercicio de botar el aire y hundirnos en la parte profunda. Estirábamos los brazos, botábamos el aire y quedábamos de pie en el piso en la parte más profunda. Luego el profesor nos pidió que hiciéramos el mismo pero que nos hundiéramos y nos sentáramos en el suelo.  

La visión del fondo es maravillosa. Estar tranquilo en la masa azul silenciosa del fondo de la piscina me parecía la conquista de un reto, la pérdida del miedo y la llegada de la confianza. Por unos instantes, sentado en el fondo de la piscina mirando a mi alrededor, sentí que ese momento y que ese lugar eran míos.

Antes de clase me encontré con Leonardo, parecía bastante agripado.  Me contó que estaba preocupado por algunos alumnos que para el jueves tienen que haber adquirido ciertas capacidades pero van lentos. Seguimos hablando y me dijo que tenía una frustración que quería superar, me dijo que quería aprender a patinar. Es algo como lo que yo siento con la natación. La palabra exacta es frustración. Yo en un momento y porqué se dieron las cosas tenía que perder el miedo y hundirme. Estar en el fondo. También me gustaría aprender a patinar y a manejar.


Dos apuntes sobre el fondo (del mar)

"At night, I think of my piano in its ocean grave, and sometimes of myself floating above it. Down there everything is so still and silent that it lulls me to sleep. It is a weird lullaby and so it is; it is mine. (Holly Hunter en El piano)


 "There is a silence where hath been no sound / There is a silence where no sound may be / In the cold grave, under the deep deep sea." (Thomas Hood)


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