jueves, 27 de marzo de 2014

Dos triunfos: mi primer curso de natación y el cigarro

Y lo arruiné, fue terrible, fue desastroso. Quedé como un pelmazo en frente de todos mis compañeros y el profe, en el último ejercicio que tuvimos que hacer. Los otros diez que el profesor nos puso a hacer para evaluar si pasábamos el curso los hice a la perfección pero por descuido, por estar de confiado o por alguna razón se me cayó el gorro, se me salieron las gafas y todo fue un despelote. Así volví a pasar, le pedí al profe una segunda oportunidad y repetí el ejercicio. Después salí y me matriculé en el siguiente nivel y allá vamos. Ahora después de un curso de tres semanas soy capaz de nadar por lo menos en un nivel piscinero elemental y le perdí el pánico que le tenía a la piscina y a la profundidad. También siento que mi cuerpo ha cambiado, me siento diferente, más tranquilo en el agua, mas acostumbrado.

Lo más divertido es que al final de la clase intenté hacer cualquier cantidad de ejercicios y todo me salió mal, seguramente cuando ya me relajé y dejé que las cosas simplemente fluyeran me desbaraté. Igual, whatever, mañana empiezo de nuevo, tal vez con otro profesor, con algunos compañeros antiguos y tal vez con otros nuevos. Me siento emocionado y con ganas de seguir, por lo menos en este nivel 2.

Aprovecho este momento para recordar que ya hace casi dos años, en semana santa, dejé de fumar. Un viernes a la media noche me fumé el ultimo cigarrillo. Tres o cuatro días después conocí a este chico super amoroso con quien luego tuve toda esta historia muy compleja. De él aprendí mucho, lo quise mucho, me llevó hasta un punto cercano a la locura, bueno, historia patria, pero lo que más me sorprende es haber pasado por encima de todo eso sin haber fumado.

Al tiempo de haber dejado el cigarro, cuando estaba hecho una bola y había llorado todo lo que tenía que llorar y tenía una tesis por escribir decidí un día con mi prima y el novio ir a ciclovía. Ese día montamos bicicleta los tres y descubrí un deporte que me encantaba. Ese deporte se volvió mi tabla de salvación para bajar de peso y para combatir el sedentarismo. No dejé de montar bici durante la mayoría del 2013. Aunque ahora, en 2014, no estoy ya tan aficionado cuando puedo me doy una vuelta. Sin embargo he empezado a nadar y estoy enamorado del agua. Voy a celebrarlo yendo a trotar por la tarde con mi otra prima. 

Me gustó este articulo así sea todo pep talk, por todo lo que me está pasando ahora: 30 Things to Stop Doing to Yourself.  Esta bueno leerlo como para aprender un par de cosas.

PS. ayer fui a recoger el dinero del curso y en el camino me encontré con este joven que me hechó los perros el año pasado. Lo vi y fue bonito verlo pero siento que el tipo siempre quiere algo mas, asi que no se si le caigo bien o si me odia. El asunto de todo el encuentro fue que me contó que había renunciado al trabajo. El tipo era hasta diciembre profesor en un colegio de materias en inglés y de inglés. Ahora me dice que trabaja como teacher para uno institutos y una universidad. Súper. Sin embargo no logro evitar pensar que le falta algo, le falta esa pasión por algo (además de dejar de fumar). Parece un ente, una persona sin pasión por algo. No lo sé. Tal vez soy yo reflejándome en él. Tal vez yo no quiero ser teacher mas, quiero hacer cosas, hacer parte de algo. 



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