martes, 15 de septiembre de 2015

17. Gemelos II

El sábado fui convocado a celebrar el triunfo de una grande nueva amiga. La crónica que Hongo escribió con tanto esfuerzo y delicadeza salió publicada en una revista para caballeros de tiraje nacional. Junto con el texto –tejido con palabras que describían el más antiguo oficio del mundo, solo que en el caso de la Hongo sucedía en una oficina conectada al ciberespacio— aparecía la joven posando para la cámara al mejor estilo marilinezco, en un atuendo bastante pequeño, pero con su pelo negro y un computador .
La convocatoria de celebración tenía como centro el apartamento de Camilo, otro gran cronista gastronómico. La niña Hongo me recibió en la puerta y nos saludamos de abrazo y pico en la mejilla. Se sentó junto a mi y mirándome con sus inmensos ojitos negros me dijo:
-Tengo una relación de amor y odio con tu pelo.
La señorita Hongo siempre que me ve me dice eso. Me cuesta creer en ese tipo de relación. Amar y odiar al tiempo parece un esfuerzo demasiado grande. 
Donde camilo comeríamos pizza y conversaríamos de los triunfos de la periodista. Hacía calor y me quité la chaqueta. En ese momento descubrí la pasión de Camilo, similar a la mía, por las camisas blancas manga corta. También su admiración por los pantalones grises y los zapatos cafés tipo bota, de los que están de moda. 

-¿se pusieron de acuerdo? Preguntó la Hongo después de observarnos de arriba abajo. Nos reímos por un rato, nos contamos chistes y nos hicimos chanzas. Nos tomamos la foto de rigor junto al gatito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, ¡por favor comenta!