miércoles, 22 de julio de 2015

2. El abandono


Desempolvé el manuscrito que comencé a escribir después de que terminé el curso con Sebastián, el escritor que tiene el mismo apellido que los dos hermanos pintores –los hiperrealistas colombianos— y que siempre se me olvida. Durante el curso Sebastián nos presentó a Bellatin y habló tan bonito sobre él que salí a comprar El libro paraguayo de los muertos. Ese libro me gustó tanto que se me ocurrió que podría hacer un ejercicio parecido y escribir una novela compuesta por fragmentos inconexos a los que yo les daría sentido.
De mis archivos personales compilé una serie de textos que había escrito desde que entré a la universidad: cuentos, relatos cortos, trabajos, dibujos hechos con palabras, diarios de amantazgos y noviazgos. Los imprimí y los organicé.
Después de una primera lectura surgieron dos aspectos: uno, el libro tendría una estructura inicial de tres capítulos, que no se llamarían capítulos sino libros, y dos, la historia sería la relación entre Alberto, un paisa negociante viajero, y Víctor, un estudiante joven de arte. Los dos personajes estarían durante ciento cincuenta paginas alejándose y acercándose, queriéndose y haciéndose daño. Eso no me lo inventé yo, eso me lo dijeron ellos mismos.

Mientras me tomaba un trago el viernes a la media noche y conversaba con Paula, desempolvé el manuscrito, lo saqué del cajón donde esperaba desde enero su revisión. Leí el primer párrafo y respiré. Aquel primer aparte aún sin perfeccionar me confesó que la suya es la historia del abandono.  

1 comentario:

  1. Lea el número 1 aquí http://lavidadelrolo.blogspot.com/2015/07/1-posibilidades-considerar.html

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